sábado, 28 de enero de 2012

Confessions on a blogfloor, por Cameron Tucker.

Como la vida de un profesor/estudiante en enero no tiene nada de bonito ni de interesante (horas y horas de corrección y estudio no dan para muchas aventuras) he decidido plagiar (vilmente) la iniciativa de Wallace y, así, contar algunas anécdotas emocionantes y sórdidas, a ver si así me quito el sambenito de Charlotte York de una maldita vez. Y es que, que os quede claro que, aunque mi vida ahora sea ordenada y discreta, casi de señorona victoriana, hubo una época en la que mi día a día era una temporada cualquiera de Jersey Shore... He aquí, pues, mi respuesta a esta lista de cosas:

 - Tener sexo con una persona que acabas de conocer: Bueno... Esa es una de las ventajas de ser mariquí, ¿no? Y quien diga que no, MIENTE.
- Tener sexo en tu lugar de trabajo: Cuando lo tuve aún no sabía que, unos años después, ese lugar se convertiría en mi lugar de trabajo. Sí, he hecho el amor en la Universidad de Woodsboro. En los baños del rectorado de mi antigua facultad. Y digo "hecho el amor" porque fue una cosa bonita y formal, con mi novio de aquella época, y no una cosa sórdida y oscura.
- Tener sexo en un lugar inusual: Siempre que leo esta pregunta me acuerdo de la respuesta que, en un capítulo de Friends, dio Phoebe: "En Milwaukee". Pero no, pensando en mi biografía sexual... ¿es un Burger King lo suficientemente inusual? Si no lo es también tengo un ascensor, una gasolinera y, atención, una rotonda boscosa.
- Viajar a otro continente: Claro que sí, soy un viajero profesional.
- Besar a alguien de otro continente: Esto no, pero sí he besado a hombres de fuera de nuestras fronteras. Y cuando digo "besar" ya sabéis a lo que me refiero. En mi heterogenea lista está El Ruso, por supuesto, pero también un chico inglés y, oh sorpresa, un cubano y un marroquí. Toma sordidez intercultural. Eso sí, retomando el sentido original de la pregunta, me acuerdo de mi primera vez en Nueva York paseando por el Village cuando un rubiasco joven (que se parecía a Sam Evans) me pidió firma y apoyo para una propuesta a favor del matrimonio gay en el Estado de Nueva York. Yo, por guapo y por concienciado, le di cinco dólares y nos pasamos media hora hablando. Le conté que venía de España y que aquí nos podíamos casar y tener los mismos derechos que cualquiera. Él me idolatró por exótico, yo le idolatré por guapo y, si no hubiésemos estado en mitad de la calle, habría sido pasto de la categoría "Tener sexo con una persona que acabas de conocer".

 - Enamorarte: Sí, dos veces. De mis dos maridos, claro está. La primera vez fue una maravilla gloriosa, que está a punto de cumplir su décimo aniversario. La segunda vez fue una pesadilla terrorífica que me hizo tocar fondo.
- Enamorar a alguien: Espero que sí... Hay un hombre que bebe los vientos por mí desde los noventa. Es encantador y profesor también, somos tal para cual. Y ha sido, probablemente, el único hombre que me ha tratado como la reina que realmente soy, pero no me pone... Lo tengo ahí, de reserva, por lo que pueda pasar.
- Aprender a tocar un instrumento: Soy MUY melómano, pero las personas con una incapacidad matemática como la mía no tenemos la menor habilidad musical.
- Saberte un disco de memoria: ¿Y quién no?
- Leer un libro del tirón: Soy tan bibliófilo que a veces se me va de las manos. La última vez que leí algo del tirón fueron los tres volúmenes de "Los juegos del hambre": más de mil páginas en cinco días.
- Meterte en una pelea y salir vencedor: Hace unos años, unos amigos y yo sufrimos una agresión homófoba. Ni que decir tiene que no salimos victoriosos físicamente, pero sí moralmente. Me rompieron el labio (aún tengo una pequeña cicatriz), pero eso sólo me hizo convertirme en un luchador aún mayor por los derechos civiles y por la visibilidad. Aquel puñetazo rompió las puertas de los pocos armarios que aún quedasen en mi alma.
- Escribir un libro: Estamos trabajando en ello... Soy un amante de la literatura y de la escritura, y tengo algo bastante completito a punto de terminarse. Ojalá vea la luz. En lo académico, huelga decirlo, sí tengo muchas cosas publicadas.
- Ser infiel: JAMÁS.
- Emborracharte: Cuando la gente se entera de que llevo más de un año sobrio (vamos, que me he hecho abstemio, pero me gusta enunciarlo así de amaricanamente) cree que soy mojigato y timorato... No. Sólo intento conservar neuronas para mi tesis. E intentar contrarrestar la sistemática limpieza étnica que de ellas hice en mi alocada juventud. Creo que bastará que os diga que no recuerdo 2003. 
- Pujar por ebay por mas de cinco euros: Y por cincuenta... Soy un gran amante de las compras culturales por internet.
- Terminar la carrera: ¿LA carrera? Dirás laS carreraS, las tres carreras.

3 comentarios:

  1. ¿Me puedes explicar con qué respuesta pensabas quitarte el sambenito de Charlotte?

    Wallace.

    ResponderEliminar
  2. http://26.media.tumblr.com/tumblr_lxm7ccC5XD1qmno77o1_500.gif

    Cameron

    ResponderEliminar