El año en que murió Elizabeth Taylor, por Emmett Honeycutt.

Debido a mi alzhéimer prematuro en plena veintena, se me da fatal recapitular y decidir si un año ha sido bueno o malo. Así que aquí van algunas listas sobre lo poco que recuerdo de 2011, y me someto al juicio del pueblo…

VIDA LABORAL:

Terminé el primer año de mi segunda carrera con resultados bastante excelentes, y empecé el actual curso horrorizado por lo duro, tedioso y poco gratificante que me resulta este nuevo año... El último mes concretamente ha sido horripilante.

En cuanto a trabajo, poquito. Con tanto estudio sólo tengo tiempo de hacer cositas esporádicas y no remuneradas que ingenuamente creo que mejoran mi currículum. Eso sí, siempre han sido colaboraciones artísticas de muy alta calidad con grandes estrellas del panorama nacional...

Bueno claro, y la prostitución.

VIDA SOCIAL:

En miras de un futuro prometedor y expectativas laborales mejores, la mitad de mis amigos han abandonado Woodsboro. Por suerte, Wallace y Cameron siguen aquí, y mi mejor amiga ha regresado a la ciudad después de un año fuera.

Uno de los pocos trabajos de este año me valió una enemistad con otro de mis mejores amigos, con el que he estado sin hablar prácticamente todo el año hasta hace nada, que tuve que contactar con él para arreglar las cosas, ya que de él no iba a salir.

Ahora también me encuentro en tensas negociaciones con una pareja de amigos que han decidido dar de lado al grupo sin motivo aparente… Estas historias ya las relataré en otra ocasión más detalladamente, pero sólo quiero aclarar que en ambas ocasiones yo he sido siempre la víctima inocente de la locura de otras personas.

VIDA SEXUAL:

Como podréis imaginar, ha habido mucho amor este año. Muchos hombres han estado dispuestos a darme afecto y calor en mis largas noches (y días) de soledad. Los ha habido altos y bajos, morenos y rubios, muy delgados y muy grandotes, velludos y depilados… sobre todo velludos jiji. Ha habido negros, blancos y mulatos. Españoles, australianos, británicos, estadounidenses y hasta un árabe… No ha habido asiáticos este año, y aún me falta catar algún pelirrojo en mi vida.

Ha habido citas románticas, citas amistosas con final feliz, sexo duro y tríos. Hasta he asistido a un par de orgías, de las que he huido en ambas ocasiones tras ver el percal. También ha habido plantones y decepciones, pero eso es otra historia.

Sexualmente hablando, si que ha sido un buen año.

VIDA SENTIMENTAL:

Lo primero de todo, decir que mi ex novio, después de 2 años dando calor, ¡SE HA IDO DE WOODSBORO! Por fin puedo salir a la calle sin miedo a encontrármelo y que me suelte algún comentario hiriente disfrazado de buen rollo. Aleluya.

Por otro lado, a principios de año solicité una beca para estudiar en una ciudad en la otra punta del país, dónde reside uno de mis grandes amores, al que conozco desde hace 8 años. Él fue quién me instó a hacerlo, y justo cuando me la concedieron, va el listo y se echa novio. Rechacé la beca inmediatamente porque pasaba de dramas, y justo hace 2 meses, mi amor rompe con su chico, y entre él y yo, todo un país de por medio… ¡Bien Emmett, bien!

Empecé 2011 embarcado en un pequeño affair con un amigo que no llegó a nada más, aunque estuvimos tocándonos los bajos esporádicamente hasta bien entrado el verano.

Y termino el año recién salido de una breve pero intensa relación de mes y medio con un hombre que me sacaba más de 10 años y que, a excepción de eso, era el príncipe azul que una chica como yo andaba buscando… Durmió en mi casa, dormí en su casa y hasta en casa de sus padres. Pasamos varios fines de semana juntos, nos preparamos cenas románticas mutuamente y me regalo entradas para ir a un concierto juntos. Era totalmente mi tipo, tanto física como mentalmente, y tenía un rabo y un vello corporal preciosos. La distancia, la edad, y otras excusas inconsistentes fueron la explicación que me dio cuando me dejó hace cosa de un mes.

En definitiva, un año muy pero que muy relajado, tranquilo y un poco aburrido, pero no por eso malo. 2011 no quedará entre los grandes años de mi vida, pero me llevo una bonita pero breve relación y un verano de escándalo lleno de conciertos, playa, fiesta y roneo.

De momento, 2012 empezó con un popurrí de canciones de Roser, un botellón divertidísimo junto a Wallace Wells y otros amigos, y una mamada en el asiento trasero de mi coche al amanecer.