sábado, 24 de diciembre de 2011

Introducing Cameron Tucker.

Emmett y Wallace creen que soy una mariquita remilgada... pero nada más lejos de la realidad. Simplemenete me gusta el orden, la eficiencia y lo académico. Ellas dos me llaman Charlotte, y no es el único mote cruel y televisivo que el mundo me ha endilgado...
Otros amigos, en referencia directa a Ross Geller, me llaman "El tres carreras". Y es que, aunque apenas tengo 28 años, en unos meses terminaré mi tercera carrera universitaria. Además, la semana pasada, terminé mi segundo máster. Y, desde hace dos cursos académicos, soy el profesor asociado más joven de la Facultad de Letras de Woodsboro. Esto puede sonar fascinante y glamouroso... pero en realidad se traduce en una jornada de sesenta horas semanales con la remuneración de un contrato de ocho. Total, un drama.

En lo personal vivo uno de los momentos más tranquilos y felices de mi vida. Recojo los frutos que, con sudor y lágrimas, he sembrado a lo largo de años de duro esfuerzo; me paso los veranos viajando como mochilero por Europa; y disfruto de mis amistades en una ciudad de provincias que, cada día que pasa, está más preciosa.
Provengo de un largo matriarcado lorquiano, y eso ha forjado mi carácter: soñador y romántico, pero también firme y pragmático.
Lo que más me gusta en el mundo es leer y viajar. Lo que menos, la gente maleducada y las personas sin proyectos vitales.
He tenido dos maridos. Al primero lo dejé por intentar conquistar al segundo. Al segundo tardé años en cazarlo, pero lo hice, cortejándolo a la antigua usanza. Al poco, el segundo me abandonó a mí. Por una mujer. Se casan en mayo.

Pero no todo es trabajo, construcción de proyectos futuros y vida espartana. Desde septiembre frecuento a un joven... Y no es aleatorio que use la palabra joven... Nunca nada en mí es producto del azar, de hecho. Pero esa ya es otra historia...
Cameron Tucker.

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