viernes, 30 de diciembre de 2011

Arroz Salvaje, por Wallace Wells.

Como tenía dos días libres lié a Emmett para irnos en su coche a un pueblecito a las afueras de Woodsboro, pues los Miss Caffeina tocaban allí y podíamos aprovechar para visitar además a un nutrido grupo de putitas y maricones que tenemos por amigos viviendo en el pueblo.

No recordaba yo lo que bebían esos animales.

En un momento ya entrada la madrugada miré a mi alrededor y vi: al camarero del pub dándole picos a uno de nuestros amigos mientras su novio sonreía y le abrazaba por detrás y un colega hetero azuzaba al trío gritando histérico. Una de nuestras amigas le metía cuello a un miembro de la banda y otra acosaba al resto. El enemigo número uno de nuestro anfitrión en el pueblo aparecía, no sólo en el concierto, sino también en el pub acompañado por un gremlin enano y orejón y era objeto de amenazas y una especie de puñetazo-caricia por parte del chico que recibía picos en la barra. Una amiga bollera intentaba superar una ruptura harto dolorosa desgastando las teclas de su móvil sin parar, y otra daba tumbos tratando de aceptar que su novio estaba obsesionado con ella. Un cuadro de Chewaka en traje de corbata presidía la entrada a los baños.

Tengo un moratón en el costado por cada codazo que Emmett me daba para avisarme de que algo interesante estaba pasando.






1 comentario: